El Covid-19 ha traído consigo una crisis sanitaria y socio-económica que nos ha afectado a todos, primero provocando problemas de salud a gran parte de la población, y a su vez, golpeando la economía de la mayoría.

Esto ha hecho que muchas personas tengan la necesidad de conseguir dinero de múltiples formas que, seguramente, antes no se le hubieran ocurrido.

La historia de Egor Onopko, un bloguero Ruso conocido como “Onokonda”, es un claro ejemplo de ello.

A este jóven se le ocurrió la idea de “vender” partes de su cuerpo con fines comerciales, es decir, ofreció huecos de su piel para tatuarse el nombre de las empresas o personas que quisieran publicitarse de esta curiosa forma.

Al principio nadie imaginaba que esta descabellada idea se pudiera llevar a cabo, pero para sorpresa de muchos, en poco tiempo ha conseguido 10 clientes que le han hecho ganar alrededor de 1 millón de Rublos (Aproximadamente 11.000 euros).

Primeros clientes

Su primer cliente fue Jan Stashkevich, un conocido creador digital que ayuda a muchos blogueros y creadores de contenido ofreciendo consejos para destacar en un sector en el que cada vez hay más competencia.

El espacio que eligió para publicitarse fue el cuello de Egor. El resto de clientes han colocado su publicidad en otras partes del cuerpo del bloguero, aunque de momento desconocemos la ubicación de dichos tatuajes ya que no ha querido desvelarlo.

Entre los clientes de Onokonda, se encuentran distintas empresas e influencers de distintos países, como Bielorrusia, Ucrania o la propia Rusia, cuya intención era poder escribir el nombre de sus negocios o sus nicknames de sus respectivas redes sociales por el cuerpo de este chico.

Para asegurarse de que no se pudiera borrar los tattoos, estas empresas firmaron un contrato en el que acordaban que estas piezas no podrían ser tapadas por otros tatuajes.

Tal ha sido el revuelo, que a pesar de sorprender a todos con su iniciativa cuando propuso la idea, incluso ha tenido que rechazar a muchos interesados en promocionarse a través de la piel de este chico.

Es cierto que la publicidad avanza constantemente y siempre aparecen ideas que rompen con lo establecido, pero no os vamos a negar que la idea del jóven de la ciudad de Vladivostok nos ha sorprendido por su originalidad.